Cuando la mayoría de la gente piensa en arte, piensa en algo estático e inmutable. Las películas reproducen imágenes en movimiento con sonido y la música llena el aire con melodías, pero las formas tradicionales de arte están quietas y sin vida: una estatua, una pintura al óleo, una cesta de paja. Si se conserva adecuadamente, una obra de arte puede permanecer igual durante décadas o incluso siglos. Puede ver una pintura en el museo de arte cuando era niño, luego regresar y ver la misma pintura como adulto, y sigue siendo exactamente la misma. Por estas y otras razones, la gente tiende a ver el arte como algo que ya está parado, algo parado. El proceso no es importante; es simplemente un medio para un fin.
Pero esto no es cierto.
Y en el mundo de hoy, incluso los artistas han comenzado a creer este mito. Prestan poca atención al proceso creativo, sino que se apresuran lo más rápido posible para poder vender la pieza y pasar a la siguiente. El proceso es una tarea, mientras que la pieza terminada es la recompensa. Con los plazos que se avecinan, no hay lugar para la espontaneidad, la creatividad o los cambios de última hora. La artista está completamente enfocada en la visión de su cabeza y no permitirá que nada se interponga en su camino, ni siquiera un estallido de imaginación.
Como artistas, es hora de romper con esa vieja mentalidad y permitir que nuestro arte cambie y crezca a su máximo potencial. El proceso es lo más importante, porque ahí es donde el arte cobra vida.
Esbozamos nuestra visión que cambia rápidamente, comenzamos a aplicar pintura al lienzo, hacemos cambios y alteraciones según nos guía el pincel y, a veces, terminamos con una pieza completamente diferente. ¡El arte es tan fluido y espontáneo que a veces ni siquiera nosotros podemos creer lo que hemos creado!
Cuando te encuentras dando «toques finales» indefinidamente, sin llegar a terminar, por lo general se debe a cierta insatisfacción con el trabajo terminado. Deja de torturarte a ti mismo; si te enfocas en el acto de crear en lugar del acto de terminar, la mayoría de las veces sabrás exactamente cuándo terminaste, y por lo general te sorprenderá porque no estabas prestando atención a la línea de meta.
Es importante establecer metas y trabajar para cumplir con los plazos, pero si ve el proceso creativo como un mero medio para un fin, le quitará toda la alegría a su trabajo. No tengas miedo de jugar y experimentar. Trabaja de forma intuitiva y deja que el lienzo refleje tu visión interior. Los mejores pintores contemporáneos están en constante evolución y experimentando, tratando de llevar su trabajo al siguiente nivel. Si quieres crear, sé un creador, no alguien que lanza algo en una carrera hasta el final.